¡EL GOBIERNO ESTÁ CERRADO! … ¿Y CÓMO LO ABRIREMOS?

No es un asunto fácil. Por primera vez en muchos años se vive un momento de extrema polarización. Cada partido ha radicalizado su posición seguramente por lo que ha ocurrido en los ochos meses de gobierno del presidente Trump. El ambiente se torna muy pesado con aire de revancha, venganza y un casi nulo diálogo.

Esta vez la gran “piedra de discordia” parece estar concentrada en el tema de la salud. Trump y su partido han repetido una y otra vez, sin fundamento, que los demócratas quieren darle seguro médico a los inmigrantes indocumentados. Cosa que no es cierta. Los demócratas, por su parte, culpan a los republicanos de querer eliminar la ayuda para las primas de seguros médicos de millones de trabajadores estadounidenses beneficiados con el Obamacare o Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA). La justificación es clara. Si se aprueba la propuesta del gobierno, millones de personas tendrían que pagar mucho más para recibir atención médica. Otros perderían cualquier cobertura al no tener dinero con que pagar.

Ya con el gobierno cerrado y cubriendo solo los temas esenciales, el punto clave es saber por cuánto tiempo estará si. Entre más tiempo, más daño se hará a la economía y sin duda a la política de cara a las próximas elecciones de medio término. En el pasado cierre se cuantifican pérdidas por más de 8 mil millones de dólares.

En lo político, el pulso se concentra en a quienes va a ver la opinión pública como los culpables del cierre de gobierno. El partido que más sea señalado, sin duda, pagará un alto precio en las elecciones que van a elegir un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes en el Congreso Federal.


Así que el único camino tendrá que ser el de la negociación. Hablar, sentarse en la misma mesa, dialogar y acceder. Con posturas radicales y extremistas no se va a llegar a ninguna parte.

Este escenario será una verdadera prueba de fuego para el presidente Trump acostumbrado a imponer condiciones, amenazar o chantajear (como dicen muchos) y hacer las cosas a su manera.

Para esta batalla, los demócratas lucen unidos y solidarios como pocas veces. Seguro entienden que esta ha sido la primera gran oportunidad de ejercer la verdadera oposición después de meses de frustrante incapacidad para detener las iniciativas más polémicas del presidente.

Como en los casinos, estamos en el momento de decir: ¡Hagan sus apuestas!